Braga, la Roma portuguesa

Los portugueses usan a menudo la palabra saudade con un significado muy difícil de traducir con exactitud. Quizás lo más acertado sería decir que hablan de melancolía, o de nostalgia. O tal vez para entenderlo baste con pasear por las calles de alguna de sus ciudades e impregnarse del aire con sonido de fado que fluye por ellas.

Paço Episcopal

Braga es uno de esos lugares que invita a caminar sin rumbo por su casco antiguo, disfrutando de sus monumentos y edificios históricos.

A la ciudad se la conoce como la Roma portuguesa, ya que desde hace siglos ha tenido un gran poder eclesiástico siendo, de hecho, la ciudad más religiosa de todo Portugal. Esto se pone especialmente de relieve con la celebración de la Semana Santa, momento en el que se suceden procesiones, misas y otras actividades como conciertos de música religiosa o exposiciones.
Durante estos días las iglesias se encuentran decoradas con flores y velas y se representan escenas de la Pasión de Cristo. De gran interés para los turistas son las procesiones nocturnas. Se puede consultar el programa completo (en portugués) aquí.

Braga es una ciudad para visitar andando. Hay que olvidarse del coche, al menos para ver el centro histórico.
Cualquier paseo puede empezar en la Plaça da República, centro de la ciudad. De ahí se sigue a la Avenida Central y callejeando no es difícil llegar a la Sé o Catedral, de estilo románico portugués. En su interior está el Museo del Tesoro de la Sé.
En la capilla del Altar Mayor se conserva la Virgen de Braga. Cerca de allí está la Porta Nova, la última puerta de la muralla medieval.

Sé de Braga

El Paço Episcopal (Palacio Episcopal), conjunto arquitectónico que albergó a los Arzobispos de Braga, es de gran relevancia. Uno de los edificios da hacia el impresionante Jardín de Santa Bárbara, que es de acceso público.

Otros monumentos interesantes son el Palacio dos Biscainhos,  el Convento do Pópulo, la Casa dos Crivos y el Palacio do Raio, todos ellos de estilo barroco. De estilo manuelino son la Capilla y Casa dos Coimbras.

En las afueras de la ciudad se pueden ver tres monasterios: Bom Jesús, con una espectacular escalinata barroca, el Santuario de Sameiro, el segundo en importancia en Portugal después de Fátima, y el Monasterio de Tibaes, declarado Edificio de Interés Público.

Bom Jesus

Otras atracciones menos conocidas de la ciudad son los  vestigios de Bracara Augusta, nombre con el que se conoció a Braga en tiempos de los romanos.  Estos restos arqueológicos son las Termas Romanas, la Fonte do Ídolo y el Balneario pre-romano.

Después de nuestro recorrido podemos disfrutar de un café en alguna de las cafeterías más antiguas y conocidas de la ciudad, el Café Viana, A Brasileira o el Café Astorga o unirnos a los universitarios de la Universidad do Minho en sus largas noches de fiesta.

Puedes comprar la Braga Card, que te servirá para disfrutar de importantes descuentos durante dos días.

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