Amish, las comunidades ancladas en el pasado

Los Amish son conocidos en gran parte por películas como Witness, traducida en España como Único testigo, donde veíamos a Harrison Ford integrarse a la fuerza y, con no pocos problemas, en una comunidad de pacíficos granjeros que parecían anclados en el pasado y no querían saber nada de la tecnología y la modernidad.

Amish en carro

En la realidad, existen varias comunidades de Amish en Estados Unidos y visten y piensan de igual forma que se ve en el cine. Sus ropas siguen la moda más austera de la Centroeuropa de los siglos XVI y XVII y basan sus acciones en las doctrinas de la Biblia, que siguen de manera muy estricta, y las costumbres de sus antepasados, suizos y alemanes anabaptistas que llegaron a América huyendo de la intransigencia religiosa y de las guerras en Europa.

Aunque hay distintos grados de modernidad dentro de las diferentes comunidades y distintas normas establecidas en cada una de ellas, en general se caracterizan por ser unas gentes pacíficas, contrarias a la violencia, muy apegadas a la vida familiar, trabajadores y solidarios con sus vecinos.

Buggy amish

En un plano más material, lo que más llama la atención de ellos es cómo rechazan los vehículos a motor y se desplazan en buggies, que son carros tirados por caballos, o como viven sin electricidad ni teléfono, renunciando a una vida más cómoda en favor de sus tradiciones.

Utilizan en sus conversaciones todavía hoy en día un dialecto que proviene del alemán, aunque debido a las necesidades de relacionarse con sus vecinos no amish, todos ellos hablan también inglés.

Grupo amish

Las comunidades más numerosas se encuentran en Ohio (Condado de Holmes), Pensilvania (Condado de Lancaster) e Indiana (Condado de LaGrange).
Conscientes del interés que suscitan, se han abierto en cierta manera al turismo, atrayendo cada año a miles de visitantes, y hacen su particular negocio vendiendo artesanía, principalmente edredones, que gozan de muy buena fama, muebles, productos alimenticios elaborados por ellos mismos, como quesos, etc.
También han encontrado otras formas de rentabilizar estas visitas, ya sea trabajando de guías para los turistas o dando comidas en sus propias casas.

Pareja amish

Aunque a simple vista pudiera parecer que es todo un teatro montado para ganar dinero, lo cierto es que estas personas creen firmemente en su modo de vida e intentan conservar todas sus costumbres sin influjos del exterior. Sus negocios destinados al turismo no están motivados por la ambición, sino por la necesidad de dinero, que será destinado a gastos ineludibles y que no puedan sufragar por si mismos.

Por supuesto, en los alrededores de sus tierras también han crecido de forma oportunista los establecimientos que ofrecen gastronomía típica amish (principalmente platos basados en la tradición culinaria suiza o alemana), alojamiento o excursiones, como las hechas a bordo de los célebres buggies. Estos negocios paralelos, sí están motivados por un interés puramente económico.

Considerados por algunos como una secta y respetados por otros, los amish, sin duda, no dejan indiferente a nadie. No dejes de visitarlos si pasas cerca de una de sus comunidades.

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