Diez increibles monumentos decorados con huesos

El ser humano en ocasiones hace cosas que resultan incomprensibles a sus descendientes. ¿Quién se atrevería hoy en día a decorar un edificio con esqueletos humanos? Seguramente el aventurero que lo propusiera, provocaría una gran polémica y la sociedad le tacharía de loco.

Hace tiempo, en cambio, la frontera entre lo artístico y lo macabro no estaba tan definida y, por ello, han llegado hasta nuestros días monumentos que provocan a partes iguales sorpresa, rechazo o fascinación. En cualquier caso, no son aptos para personas muy sensibles dada la crudeza con la que exponen los restos óseos.

Aquí muestro algunos de los más famosos:

Osario de Sedlec, en Kutná Hora, República Checa

Obviando el buen gusto o los dilemas morales, es una verdadera obra de arte en cuanto a imaginación. Aunque la iglesia es del siglo XV, la decoración de huesos es de finales del XIX.

Osario Hallstätter Beinhaus, en Hallstatt, Austria

En él se guarda una colección de calaveras decoradas. Sin duda lo mejor de llegar hasta allí es visitar la preciosa ciudad de Hallstatt, Patrimonio de la Humanidad.

Foto: Jitka Erbenová (cheva)

Capilla de los Huesos, en Évora, Portugal

Otra capilla decorada con huesos, aunque menos espectacular que la de Kutná Hora.
Évora también es Patrimonio de la Humanidad.

Foto: bjaglin

Capilla de Santa Úrsula, en Colonia, Alemania

En las paredes de esta iglesia se pueden ver, artísticamente colocados, los restos de las, según la leyenda, once mil vírgenes muertas junto a Santa Úrsula.

Catacumbas del Convento de San Francisco en Lima, Perú

Lo más curioso de este lugar es la forma circular en la que han dispuesto los huesos.

Foto:

Kenneth Moore

Iglesia de Santa María de la Concepción de los Capuchinos, en Roma, Italia.

Del siglo XVII. Especialmente macabra, dado que además de los huesos, se exponen cuerpos momificados de algunos de los frailes vestidos con sus hábitos. Me limito a mostrar un detalle de una de las paredes.

Foto: Tessier~commonswiki

Catacumbas de París, en Francia

En realidad eran unas minas romanas que fueron convertidas en cementerio a finales del siglo XVIII.

Catacumbas de los Capuchinos de Palermo, Italia.

Simplemente espeluznante. El que quiera visitarlas ha de tener en cuenta que, además de huesos, los monjes han ido acumulando momias, algunas de ellas de niños, que exponen colgadas en las paredes o en féretros, formando un recorrido totalmente siniestro.

Si quieres ver fotos, puedes encontrarlas en internet escribiendo «Capuchinos Palermo» en cualquier buscador, pero si eres muy impresionable no te lo recomiendo.