Camagüey, la ciudad de los tinajones

Camagüey, en Cuba, fue cuna de la primera obra literaria del continente americano, Espejo de Paciencia, de Silvestre de Balboa y Troya de Quesada. Causa o casualidad, el caso es que Camagüey, conocida también en el pasado como Puerto Príncipe o Santa María del Puerto Príncipe, destaca por su nivel educativo y cultural. También por la belleza de su arquitectura, que le ha supuesto ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Iglesia del Carmen

Es Camagüey una ciudad curiosa. Su casco antiguo, de más de 300 hectáreas de superficie, el más amplio de Cuba, está lleno de callejuelas estrechas de las que emergen, como por sorpresa, espaciosas plazas, cuidados jardines y fantásticos edificios coloniales y monumentos. Algunas de estas construcciones destacadas son la Catedral de Nuestra Señora de la Candelaria, patrona de la ciudad, la Iglesia de la Merced, la Iglesia del Carmen, la Iglesia del Santo Cristo, la Casa de la Trova o el Teatro Principal.

Tinajón típico de Camagüey

No faltan, como digo, los hermosos parques y jardines. Ejemplo de ello son Casino campestre o el Parque Agramonte, en honor a Ignacio Agramonte, famoso patriota cubano natural de la ciudad.

En algunos lugares de la localidad se pueden ver unas grandes tinajas de barro. Son los tinajones, recipientes que se utilizaban para recolectar el agua de lluvia y conservarla, ya que la zona es muy seca y en el pasado había bastantes sequías. En la actualidad sirven de adorno y como una especie de recuerdo de por qué Camagüey es conocida como la ciudad de los tinajones.

Los camagueyanos tienen fama de ser muy apegados a su tierra, sus costumbres y sus fiestas. La festividad más conocida es la de San Juan Camagüeyano, que coincide con la festividad de San Juan, el 24 de junio.

Playa de Santa Lucía

En la provincia de Camagüey también está la Playa de Santa Lucía, el lugar ideal para los amantes del buceo.
Aunque hay unos cien kilómetros de distancia entre la ciudad y esta playa, merece la pena recorrerlos por lo paradisíaco de su paisaje, la gran colonia de flamencos rosados que embellece aún más sus vistas y la enorme barrera de coral de su costa, la segunda mayor del mundo.
Sólo hay un pero: la gran concentración de tiburones que hay en la zona, aunque parece ser que no suponen ningún peligro.

 

Fotos: (1) anymouse1, (2)Danleo, (3) Raul Antonio 1942

 

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