Marrakech, en Marruecos

Marrakech es conocida como la ciudad roja. El mismo apodo lo dice todo.

Petra, en Jordania

Uno de los destinos turísticos más conocidos del mundo. Es una ciudad construida en la roca. Es una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, además de Patrimonio de la Humanidad.

Río Tinto, en España

Río Tinto está en la provincia de Huelva. Sus aguas son de color rojo por culpa de los minerales de la zona.

Albarracín, en España

Albarracín es un impresionante pueblo de casas construidas con piedra rojiza en la ladera de un monte.

Ayers Rock, en Australia

Roca sagrada de los aborígenes australianos, que la llaman Uluru.

Chinoike-jigoku, en Beppu, en Japón

Este lugar es una piscina de orígen geotérmico con aguas de color rojo. Es uno de los ocho puntos geotérmicos de la ciudad balneario de Beppu.

Foto: TANAKA Juuyoh (田中十洋)

Fuerte de Agra y Fuerte rojo de Delhi, en la India.

Dos impresionantes palacios amurallados que son Patrimonio de la Humanidad. El primero del siglo XVI y el segundo del siglo XVII.

Barrio Rojo de Amsterdam, en Paises Bajos

Muy famoso entre los turistas que visitan la ciudad por sus escaparates de prostitutas. Aunque sus casas no son rojas, este color es casi una constante de noche.

Tierra de los Himba, en Namibia

Los Himba son una tribu africana cuyas mujeres se tiñen todo el cuerpo con un pigmento rojo mezclado con manteca de vaca.

Cañón del Colorado, en Estados Unidos

Uno de los destinos más importantes de ese país.

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Conocida como la capital mundial del ópalo, Coober Pedy se originó gracias a las minas de este mineral en la zona. A principios del siglo XX muchas personas viajaron hasta allí en busca de un filón que les diera la riqueza. Entre ellas numerosos yugoslavos.
Los aborígenes australianos se encontraron de repente con montones de europeos cavando las rocas y empezaron a llamar al sitio kupa piti, que significa hombre blanco en el agujero.

Lo que diferencia a Coober Pedy de cualquier otra ciudad minera es que, dadas las altísimas temperaturas del desierto australiano, los mineros comenzaron a utilizar las mismas galerías que excavaban para vivir.
Con el tiempo, lo que eran unas cuantas casas se ha convertido en toda una ciudad con tiendas, iglesias, bares e incluso moteles y el único hotel subterráneo del mundo, el Desert Cave Hotel.
La atracción principal en la ciudad para los turistas es vivir la experiencia de dormir bajo tierra y excavar en busca de un yacimiento de ópalo. Dado que encontrarlo es algo complicado, siempre queda la posibilidad de comprar en alguna tienda una pequeña piedra de ópalo para llevarse de recuerdo.

Algunas famosas películas, como Mad Max 3 o Priscilla, reina del desierto, fueron rodadas en estos áridos territorios, por lo que los amantes del cine encontrarán una excusa perfecta para llegar hasta Coober Pedy.

Para aquellos a los que les atraiga más el valor arquitectónico de los sitios, podrán visitar la Iglesia Serbia Ortodoxa excavada bajo tierra o la Iglesia católica de San Pedro y San Pablo.
Y los que quieran algo de cultura, tienen el Museo y el Centro de Interpretación Aborigen.
En la ciudad hay actividades para todos los gustos.

Coober Pedy cuenta también con un famoso campo de golf que, por supuesto, no tiene césped y en el que hay que jugar de noche para evitar los casi 50ºC que se alcanzan durante el día.

Durante mucho tiempo, otra de las curiosidades de la ciudad fue uno de sus habitantes, conocido como Cocodrile Harry. Este extraño personaje, ya fallecido, se transformó a si mismo en leyenda al tener uno de los dugouts (así llaman a las casas subterráneas) más peculiares. Su casa, llamada Cocodrile’s Nest (el Nido del Cocodrilo), es un excentrico museo que durante años construyó él mismo colocando dibujos y objetos sobre las paredes y techos. Harry tenía mucha fama de mujeriego y él mismo contaba que la ropa interior y las firmas que pueden verse en los muros pertenecen a los cientos de mujeres que pasaron por allí.
Esta casa es conocida también porque algunas de las escenas de Mad Max 3 se rodaron allí.

Los alrededores desérticos de Coober Pedy, Painted Desert y Breakaways, se asemejan, en cierta manera, al paisaje lunar. Parece increible, dadas estas condiciones climáticas y ambientales, que animales y personas puedan vivir en esta zona, pero lo cierto es que según los habitantes de la ciudad, la fiebre del ópalo puede más que cualquier inconveniente. Y es que Coober Pedy es, ante todo, una tierra de soñadores.

Fotos:
Coober Pedy, Cocodrile’s Nest: Werner Bayer
Hotel en Coober Pedy: Martin

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