MARRUECOS

Marruecos es un país situado en el norte de África. Está separado de Europa por el Estrecho de Gibraltar, de unos 14 kilómetros, y comunicada con España por ferry y por las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, ciudades autónomas.

Rabat, la capital, está situada en la costa atlántica. Es una de las consideradas Ciudades Imperiales de Marruecos junto con Meknes, Marrakech y Fez.
Uno de sus monumentos más destacados es la Torre Hassan, del siglo XII, que en realidad es el minarete de una mezquita y que mide 44 metros de altura. En frente de esta se encuentra el Mausoleo de Mohammed V, que es la tumba del rey del mismo nombre y de dos de sus hijos.

La Kasba de los Udayas, una ciudadela almohade del siglo XII, la necrópolis de Chellah, de estilos romano y medieval, y la Catedral de Rabat son otros lugares de interés.

La ciudad más grande del país es Casablanca, y no su capital como sería lo habitual. A pesar de su tamaño, no es uno de los lugares más turísticos, y su principal atractivo es la Mezquita de Hassan II.

Marrakech, en el interior, fue fundada en el siglo XI. La Medina, Patrimonio de la Humanidad y de estilo almorávide, procede de esa época. Uno de sus lugares más famosos es la Plaza de Jamaa el Fna, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y que es el centro incansable de la ciudad. Además destacan la Mezquita Kutubia, la Madraza de Ben Youssef, los Túmulos Saadíes y, sobre todo, el color rojizo que cubre sus casas y que la hace inconfundible y mágica.

El orígen de Meknes es una fortaleza establecida en la zona en el siglo VIII, aunque su época de mayor esplendor fueron los siglos XVII y XVIII, cuando fue capital imperial. Sus monumentos más representativos son de esos años. La Puerta de Bab Monsour, el Palacio Dar El Makhzen, el Mausoleo Moulay Ismaíl o la Madraza Bouanania son solo algunos de ellos.
Cerca de Meknes está Volubilis, una antigua ciudad romana muy interesante desde el punto de vista arqueológico.

Fez es el centro religioso del país. La Medina de Fez el Bali, la más antigua de las dos con las que cuenta la ciudad, es Patrimonio de la Humanidad y alberga numerosos edificios de gran belleza, aunque su mayor atractivo es pasear por sus callejuelas y vivir el ambiente que en ellas se respira.

Otros lugares para visitar son Esauira, y su Medina, Chefchauen, con sus casas pintadas de blanco y azul, el Desierto o el Medio Atlas, la zona más montañosa del país.