En el 2011 Cartagena celebraró sus 200 años de Independencia.
De la presencia española quedan ahora numerosos monumentos que se suceden dentro y fuera de la muralla. Gracias a ellos la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad y se ha convertido en un destino turístico de gran renombre.

Se accede al interior del perímetro de la muralla por la Puerta del Reloj. Intramuros se encuentran la Catedral de San Pedro, el Palacio de Gobierno, el Convento de Santo Domingo, cuya iglesia es la más antigua de la ciudad, la Iglesia y Monasterio de San Pedro Claver, el Palacio de la Inquisición, el Convento de San Francisco y el Museo del Oro, que custodia una interesante colección de objetos precolombinos.
Se conoce a este recinto amurallado como El Corralito de Piedra.

Fuera de las murallas destaca por su grandiosidad el Castillo de San Felipe de Barajas. También el monumento a la India Catalina, compañera del fundador de Cartagena, la Ermita de El Cabrero, donde está enterrado Rafael Núñez, quien fuera cuatro veces presidente de Colombia y creador de la letra del himno nacional, la Casa donde vivió, situada al lado de la ermita, el Convento de la Candelaria, en el Cerro de La Popa, o el Fuerte del Pastelillo.

Merece la pena pasear por las calles de Cartagena, con el color del día o con el bullicio de la noche. La Plaza de Armas, la Plaza de la Aduana y la Plaza San Pedro Claver son sólo algunos de los lugares más conocidos.
Para los que busquen algo original, un paseo por la ciudad en chiva, como se llama a los autobuses nocturnos de colores chillones con música en vivo y bebida incorporados, puede ser la solución.

Bocagrande, El Laguito y La Boquilla son las playas más conocidas.

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Foto: Colores Mari

En la propia ciudad de Ipiales hay monumentos interesantes, como la Catedral, en la Plaza 2o de julio o la Iglesia de San Felipe en la Plaza de la Pola, pero esta localidad es famosa, principalmente, por el Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, lugar de peregrinación mariana desde el siglo XVIII.
Este Santuario se encuentra a 7 km. de la ciudad y a 10 de la frontera con el país vecino.

El impresionante edificio de la Basílica, de estilo gótico, mide desde el suelo hasta lo alto de la torre unos 100 metros y llama la atención, además, por el puente que salva a gran altura el río Guaitara. El monumento es Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional de Colombia.

Las fechas de mayor afluencia de peregrinos son el 15 y 16 de septiembre y el Jueves Santo.

Foto: Nelsonc

En las proximidades a Ipiales están el Puente internacional de Rumichaca, principal vía de comunicación y comercio con Ecuador, y el Volcán Cumbal.

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Este país fue colonia de los Países Bajos durante más de 100 años, por lo que son indudables las influencias holandesas en la arquitectura, la lengua y otros aspectos culturales.
Aunque en la actualidad Surinam es independiente, aún sigue teniendo el neerlandés como idioma oficial y no hay más que darse una vuelta por Paramaribo para recordar el país europeo, sobre todo si nos fijamos en sus edificios y sus canales.

Pero Paramaribo no es sólo una antigua colonia holandesa. También es una ciudad que con el paso de los años se ha convertido en una urbe multicultural. No es extraño, por eso, descubrir que mezquitas, sinagogas, templos hindúes e iglesias cristianas comparten territorio, al igual que numerosas etnias de distintas procedencias, entre las que sobresalen los hindúes, criollos y africanos, aunque también hay caribeños, chinos, europeos, etc. o que el Sranang Tongo o surinamés, segunda lengua del país, sea una mezcla de distintos idiomas.

Qué ver en Paramaribo

El centro de la ciudad es la Plaza de la Independencia o Onafhankelijkheidsplein, donde están el Palacio Presidencial y la Asamblea Nacional. También el Mercado de las Flores, de un gran colorido.

Otros lugares de interés son la Catedral Católica de San Pedro y San Pablo, que se cree es el edificio de madera más grande de América, el Fuerte Zeelandia, que sirvió de cárcel para prisioneros políticos, el Museo de Surinam, el Museo de Numismática, la Sinagoga Neve Shalom, con el suelo de arena blanca o el Mercado Central, donde se puede comprar desde frutas tropicales hasta cangrejos frescos.

Paramaribo es una ciudad para recorrer a pie, contemplando sus casas coloniales de madera, pasear por las orillas de los canales o atreverse con un paseo en barca por el río Surinam en busca de los manglares, que no son accesibles a pie. Para ello no tendremos más que acercarnos hasta el Waterkant, una de las orillas del río, donde seguro que encontraremos a un pescador que nos lleve hasta allí.

Cuándo viajar a Paramaribo

Dada la variedad de religiones en Surinam, casi en cualquier época del año disfrutaremos de alguna fiesta: el Holi Phagwa hindú, el Id al-Fitr musulmán o la Navidad cristiana, aunque si podemos elegir, será mejor viajar entre enero y marzo, que es cuando las temperaturas son algo más bajas, ya que la situación geográfica del país hace que Paramaribo tenga un clima tropical muy cálido y húmedo con frecuentes lluvias.

Foto del Fuerte Zeelandia: Bart van Poll

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En las fechas en las que millones de católicos de todo el mundo celebran su Semana Santa, Popayán se viste de gala para rememorar la muerte de Jesucristo, siendo las procesiones de la ciudad famosas en toda Colombia.
Dichas procesiones tienen más de 400 años de antigüedad y recuerdan en la forma a las españolas. No en vano son un recuerdo del pasado colonial.

Las más famosas son las del Domingo de Ramos, el Martes Santo y el Viernes Santo, aunque durante toda la semana hay actos religiosos. Además, de manera paralela, la ciudad alberga el Festival de Música Religiosa, que reúne a un numeroso público.

Popayán fue fundada en 1537 por el conquistador Sebastián de Belalcázar, que iba en busca del mítico El Dorado. Después llegó una larga época colonial caracterizada por la prosperidad que le dio a la ciudad la explotación de las minas cercanas. Resto de esa época son sus múltiples edificios de aspecto colonial, que están concentrados en un casco antiguo muy bien conservado.

Qué ver en Popayán

El monumento religioso más importante es la Catedral, de la misma antigüedad que la propia ciudad. La Ermita, de una gran sobriedad, es la iglesia más antigua, aunque quizás llamen más la atención del viajero otras como la Iglesia de San Francisco, de bella fachada. Otras son la Capilla de Belén, la Iglesia del Carmen, la Iglesia de San José, la Iglesia de Santo Domingo o la Iglesia de San Agustín. Estas dos últimas con bellos retablos.
El edificio principal de la Universidad se encuentra construido sobre un antiguo convento, por lo que es una muestra valiosa de arquitectura religiosa.

En edificios civiles, quizás el monumento más representativo sea la Torre del Reloj. Otras construcciones interesantes son el Puente del Humilladero o el Paraninfo Francisco José de Caldas, que forma parte de la Universidad. Existen otros edificios dignos de ver que son utilizados como museos. Es el caso del Museo Arquidiocesano de Arte religioso, la Casa Museo Negret y Museo Iberoamericano de Arte Moderno o el Museo Casa Mosquera, entre otros.

No puede dejar de visitarse el Morro del Tulcán, una pirámide precolombina que es el principal lugar arqueológico con el que cuenta Popayán. Allí puede verse, además, una estatua ecuestre de Sebastián de Belalcázar, fundador de la ciudad.

Gastronomía de Popayán

Popayán celebra todos los años un Festival Internacional de Gastronomía. No en vano fue la primera ciudad en ser declarada Ciudad de la Gastronomía de la UNESCO.
Los sabores más tradicionales son la carantanta, que es la masa que se queda pegada a la olla después de cocer maíz y que se usa para hacer sopas, los tamales y empanadas de pipián, el sango o el manjar blanco, por citar algunos de los más conocidos.

Fotos:
Torre del Reloj: Carlos Felipe López Cerón
Santo Ecce Homo: DiegoMera1503
Catedral: Eljuli91
Museo Guillermo Valencia: Aliman5040

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El centro de la ciudad es la Plaza de Armas, en la que se encuentra la Catedral, de estilo neoclásico y construida en sillar.
Este templo sufrió graves daños en sus torres a causa de un terremoto ocurrido en el año 2001, aunque en apenas un año fue restaurado.
En la Plaza hay también tres portales: el del Cabildo, el de las Delicias y el del Regocijo.

Algunos de los lugares más destacados para visitar son:

• El Monasterio de Santa Catalina, que es un curioso recinto construido para servir de convento de clausura. Cuenta con unos 20000 metros cuadrados de extensión y es el único monasterio del mundo con ciudadela. Alberga una importante pinacoteca.

• Iglesia y complejo de la Compañía, conjunto religioso y de vivienda de los jesuitas, en el que destaca la Iglesia, donde se conservan 66 lienzos de la escuela cusqueña.

• Iglesia y complejo de  San Francisco, de los franciscanos. En este complejo se encuentra el Fundo el Fierro, un mercado de artesanía que antiguamente fue Colegio de Educandas de la Orden.

• Casa del Moral, de estilo barroco. Construida en sillar y con una portada de una gran belleza. En su interior se guardan mapas de América del siglo XVI.
• Iglesia de San Agustín, destaca por su fachada del siglo XVIII.Convento de La Recoleta, de la orden de los franciscanos, alberga una importante biblioteca.

Otros lugares de interés son la Casa Pastor, la Iglesia de Santa Marta, la Iglesia de Santa Teresa, la Casa Bustamante, la Iglesia de la Merced, la Casa Goyeneche o el Barrio de San Lázaro, entre otros muchos.

En los alrededores de la ciudad puedes visitar algunos lugares de gran belleza, como el Valle y Cañón del Colca, posiblemente el destino natural de mayor relevancia de Perú.
También puedes visitar los poblados de Chivay y Cabanaconde, que atesoran una amplia tradición cultural.
Si decides viajar desde Arequipa, ten en cuenta que, a pesar de haber apenas 150 km. de distancia, el recorrido puede llevar 3 horas en coche.

Otro sitio digno de visitar es el de los Petroglifos de Toro Muerto, con grabados en las rocas y que se cree que son del año 1100 de nuestra era. Este lugar está situado a 164 km. de Arequipa.

Por último, para disfrutar de una buena comida en Arequipa, no dejes de visitar las picanterías, que son restaurantes tradicionales con cocinas de leña. Podrás probar platos típicos como el rocoto relleno, el puchero, el locro, el chupe de camarones o la malaya frita, entre otros. Para beber, una buena cerveza de la zona o una chicha de jora.

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