El Alto Himalaya, el Lago Lugu y los Mosuo

A unos 3500 metros sobre el nivel del mar, entre las montañas del Alto Himalaya, en China, se encuentra el Lago Lugu.
Este Lago es famoso por su belleza, pero también por la presencia en sus orillas de una sociedad matrilineal que despierta la curiosidad de unos y el asombro de otros, los Mosuo.

Lago Luku

En realidad la mayoría de los Mosuo viven en los poblados de las laderas de las montañas, teniendo su centro en Yongning, donde se encuentra el mayor monasterio tibetano de la zona, pero por la espectacularidad de la región no debemos de perdernos ambos lugares.

La sociedad Mosuo, mal llamada matriarcal, se caracteriza por unas peculiares costumbres que dan un papel relevante a la mujer. No son matriarcales, ya que ellas no tienen el poder absoluto, de hecho, el gobierno y la política suelen estar en manos de hombres, pero sí matrilineales. Los hijos llevan el apellido de las madres y son ellas las encargadas de cuidarlos. Cada hijo vive siempre en la casa familiar, y como no se casan, nunca la abandonan.

En estas casas, pobladas de familiares, ya sea abuelos, padres, hijos, tíos, primos, etc., no hay espacios privados para cada uno de los miembros, pero las mujeres adultas sí que pueden tener derecho a habitación propia. Cada mujer Mosuo elige líbremente el hombre que le guste y lo invita en secreto a pasar la noche con ella. Después él vuelve a su casa familiar antes del amanecer.

Mujeres Mosuo

Los hijos nacidos de estos encuentros se quedan en la casa familiar de la madre, sin reclamar ninguna paternidad. Si el padre quiere colaborar, lo hará entregando regalos a la familia de la mujer, aunque eso no le supondrá tener ninguna autoridad sobre el hijo. La realidad es que el hombre está encargado de ayudar a los niños (y demás personas) de su propia familia, como pueden ser sobrinos o hermanos, al igual que las mujeres reciben la ayuda de los hombres de la suya. Es así como funciona la sociedad y nadie se plantea fundar un nuevo núcleo familiar en pareja, a pesar de que en ocasiones una relación sentimental puede durar toda la vida.

Mucho se ha hablado de la promiscuidad de las Mosuo, pero lo cierto es que, en su mayor parte, aunque tienen varias parejas a lo largo de su edad fértil, y conciben hijos de distintos hombres, encadenan relaciones monógamas, de mayor o menor duración, siendo pocas las que mantienen distintas relaciones a la vez. Tampoco son prostitutas, a pesar de que en los últimos años y atraídas por el turismo, muchas mujeres llegadas de otras regiones, se hagan pasar por Mosuo.

Se ha podido comprobar, además, que la sociedad Mosuo tiene unos índices de violencia muy bajos y un gran desapego por lo material, hecho que los antropólogos identifican con la autoridad materna. Sea esto verdad o no, lo cierto es que es una cultura muy peculiar que llama la atención de cualquiera que se adentre en ella.

Fotos:
Lago Lugu: Evilbish
Mujeres Mosuo: Goddess Sherry/Flickr

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