Gjirokastra, la ciudad de las piedras

Albania es un lugar bastante desconocido para el turismo internacional. Después de décadas de dictadura comunista y un aislamiento feroz, la falta de infraestructuras y la creencia de que «no hay mucho que ver», han conseguido que este país no sea un destino de masas. Pero esta nación, al contrario de lo que algunos piensan, guarda pequeños grandes secretos, como la ciudad de Gjirokastra, que está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que se encuentra a pocos kilómetros de la frontera con la turística Grecia.

Gjirokastra

Entre los albaneses es muy conocida por ser la ciudad natal de Enver Hoxha, el dictador que gobernó Albania durante casi 40 años. Gracias a este detalle, la ciudad gozó de una protección especial, que ha hecho que el casco antiguo se conserve en bastante buen estado, recibiendo desde la época comunista la categoría de ciudad museo.

Gjirokastra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por el estado de conservación de sus casas, vestigio de la ocupación otomana en los Balcanes.
Una de las características de la arquitectura de la zona es la piedra en los tejados de las viviendas. Por eso se la conoce como la ciudad de las piedras.
Los edificios típicos se llaman kullë y son casas en forma de torre de la época turca.

Qué ver en Gjirokastra

Algunos de los lugares más interesantes que se pueden ver en Gjirokastra son:

La Ciudadela o Castillo de Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra

Data de la época pre-otomana. Ha sufrido ampliaciones y remodelaciones desde su construcción, siendo la más relevante la que realizó el gobernador otomano Ali Pasha, que añadió un reloj en la torre y construyó un acueducto para llevar agua hasta el lugar.
En su interior se encuentra el Museo Nacional de Armamento. También se puede ver un avión estadounidense aterrizado en el país en 1957, en plena Guerra fría.
Sirvió, entre otras cosas, como prisión para presos políticos.

La Casa Zekate

Casa Zekate

Esta casa es, en realidad, una kullë, con dos torres gemelas y una fachada de doble arco perteneciente a una de las familias más influyentes de la ciudad.

La Iglesia de San Sotirë

Iglesia ortodoxa del siglo XVIII.

La Mezquita

Mezquita de Gjirokastra

Se salvó de la destrucción durante la época comunista, posiblemente por su interés cultural, aunque durante este período no se usó como lugar de oración.
Otras doce mezquitas que había en la ciudad no corrieron la misma suerte.

Las Siete Fuentes

Fueron construídas junto al lugar donde se erigía la Mezquita Meçites. Se conservan aún restos del minarete de la Mezquita junto a ellas.
Estas fuentes servían para el baño ritual de los fieles musulmanes. Al lado está el Hammam o Baño turco.

Museo etnográfico

Casa de Enver Hoxha

Este museo está sobre la antigua casa natal de Enver Hoxha. Durante la época comunista fue el Museo Antifascista, pero desde 1991 alberga objetos típicos que recrean cómo se vivía en la época otomana.

Estatua de las Heroínas partisanas

Monumento a dos mujeres partisanas ejecutadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Está situada en la plaza principal de la ciudad.

Monumento a Çerçiz Topulli

Erigido en honor a un héroe albanés nacido en la ciudad. También está situado en la plaza principal.

El Obelisco o “Mëmëdheu ABC”

Monumento a la educación albanesa.
Durante la época de ocupación otomana los albaneses tenían prohibido tener sus propias escuelas. Este monumento se erige en el lugar donde, en 1908, se abrió la primera escuela albanesa de la ciudad.

Gjirokastra también es muy conocida por celebrar todos los años el Festival Nacional de Música Folklórica.

 

Fotos:
Gjirokastra y Mezquita: Martin Brož
Casa Zekate, Castillo y Casa natal de Enver Hoxha: Malenki

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