Cabo de San Vicente, hacia el fin del mundo

Decían en la Antigüedad que el Cabo de San Vicente o Cabo da Roca, en el extremo más occidental de Portugal, era el fin del mundo habitado.

Cabo de San Vicente - Cabo da Roca

Los portugueses, que saben mucho de nostalgias y melancolías, tienen en esta punta de tierra uno de sus lugares más cautivadoramente melancólicos y bellos, sobre todo en los meses en los que el cielo es algo grís y el Océano parece querer devorar las rocas. También en verano, al ocaso, cuando el sol se funde en el mar.

Asomarse al vacío, desde los muros del faro, es simplemente impresionante, y ver a los pescadores lanzar sus cañas desde semejante altura, algo increible.

Después de impregnarnos de tan bucólica escena, podremos disfrutar de placeres más terrenales comiendo un buen plato de arroz con marisco (servido en cazuela) en las cercanías. El remate perfecto para nuestro pequeño viaje al fin del mundo.

 

Foto: JAIRO BD

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