Algunos lugares guardan pequeñas sorpresas, como las casas de vivos colores de los siguientes:
Burano
Burano, en Italia. Isla fascinante y a poca distancia de la siempre maravillosa Venecia.
Bryggen
Bryggen, el muelle de Bergen, en Noruega, es Patrimonio de la Humanidad y punto de interés en el recorrido por los fiordos noruegos.
Bo-Kaap
Bo-Kaap, el Barrio Malayo de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.
Nyvahn
El puerto de Nyvahn, en Copenhage, la capital danesa. Antaño zona de prostitutas y borrachos y hoy en día uno de los lugares más turísticos de la ciudad.
Barrio de La Boca
El Barrio de La Boca, en Buenos Aires, Argentina. Uno de los lugares más famosos del país. La zona de Riachuelo, con la calle de Caminito, está muy vinculada al tango.
Portovenere
Portovenere, en Italia. Incluido en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO. Guarda monumentos de gran belleza como la Iglesia de San Lorenzo o el Castillo Doria. Muy cerca de allí están las Cinque Terre, cinco pueblos que también son Patrimonio y que igualmente sorprenden por sus colores.
Portobello
La Calle del Mercado de Portobello, en Londres, Gran Bretaña. Aunque el Mercado es conocido internacionalmente por méritos propios, la calle en la que se desarrolla le da un toque original.
Reykjavík
Reykjavik, en Islandia. La belleza de sus paisajes de hielo y fuego no impide que todo el que visita la capital islandesa observe sorprendido la variedad de colores en sus casas. Los largos inviernos de la isla son así un poco menos oscuros.
Costa Nova
Costa Nova, en Aveiro, Portugal. En este caso, más que por sus colores, las casas destacan por sus rayas. Son conocidas como «palheiros» y le dan un toque más veraniego, si cabe, a esta playa situada a 12 kms. de la ciudad.
Valparaíso
Valparaíso, en Chile. Esta localidad chilena, donde tuvo una de sus casas Pablo Neruda, y cuyo casco histórico es Patrimonio de la Humanidad, tiene varios cerros desde los que se pueden apreciar unas fantásticas vistas. El más colorido de ellos, Cerro Alegre.
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