Sapantza y el Cementerio Feliz

Cementerio y feliz son dos palabras que resultan incompatibles en cualquier lugar excepto en Sapantza, Rumanía, donde existe un cementerio llamado Cimitirul Vesel, que significa exactamente eso: cementerio feliz.

La causa de que sea uno de los monumentos funerarios más peculiares del mundo se halla en sus lápidas, que narran en clave de humor la vida del difunto y que están decoradas en vivos colores.
Las imágenes de estilo naïf que acompañan a los epitafios describen la actividad que desempeñaba o cómo murió el allí enterrado.

Se cree que esta aparente falta de preocupación por la muerte viene enlazada con la historia de la zona y los sentimientos de sus gentes, que no ven en este hecho un suceso trágico, sino un simple y necesario trámite para el paso a la otra vida.

¿Quién comenzó esta tradición?

Tumba de Stan Ioan Patras

Foto: Pixi

El promotor de esta decoración funeraria fue Stan Ioan Pătraş, un escultor local que trabajaba la madera y que vivió entre 1908 y 1977. Desde 1935 hasta su muerte realizó más de 700 tumbas en este estilo, convirtiendo con su trabajo a la localidad en un conocido centro turístico.

Los colores usados para pintar la madera provienen de pigmentos naturales. El más utilizado es un tono azul que ha pasado a conocerse como azul Sapantza. También se usan el verde, que simboliza la vida, el amarillo, que representa la fertilidad, el rojo que recuerda la pasión y el negro, el color de la muerte.

Después de su defunción le sucedió su discípulo Dumitru Pop, que viene desempeñando su trabajo desde entonces hasta la actualidad.

Las lápidas de Cimitirul Vesel

Las lápidas están hechas de madera de roble. Una vez talladas, sobre ellas se pinta la imagen central, que es enmarcada con adornos florales. El epitafio, situado debajo, está escrito en un lenguaje coloquial que a veces lleva a la risa, otras desvela secretos del finado que nunca lo fueron y en otras tiene un toque de humor negro capaz de desconcertar.

Debido a los materiales y al clima rumano, las lápidas necesitan ser restauradas cada 15 años, aproximadamente.

Qué ver en Sapantza

Además del Cementerio Feliz, cerca de Sapantza puedes ver la iglesia de madera del Monasterio de Săpânţa Peri, que con sus 78 metros de altura está considerada la más alta de Rumanía. Esta iglesia ha sido reconstruida recientemente, ya que la original se destruyó en un incendio en el siglo XVIII.

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