Aranjuez, que fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad en 2001, entusiasma por su mezcla de historia y cultura.
Desde el nombramiento de Madrid como capital del Reino, en 1561, Aranjuez se convirtió en residencia real durante la primavera.
El Palacio Real, que mandó construir Felipe II, es quizás el principal monumento de la ciudad. Su interior es de gran belleza por su decoración variada, mezcla de varios estilos. Como curiosidad, el Gabinete árabe es recreación de una de las salas de la Alhambra de Granada.
Fue construido con una filosofía arquitectónica de vuelta a la naturaleza, por lo que abundan las zonas verdes y jardines. Los más destacados son el Jardín del Parterre, el Jardín de la Isla y el Jardín del Príncipe.
En este último jardín se encuentra la Real Casa del Labrador, de estilo neoclásico, que fue, entre otras utilidades, pabellón de caza.
Otros lugares de interés son el Museo de Falúas, donde se guardan las embarcaciones de los Reyes, la Plaza y Real Capilla de San Antonio, la Plaza de Toros, precursora en su distribución de las actuales, el Mercado de Abastos, el Palacio de Medinaceli, la Casa de Infantes y Atarfe, o la Casa de Oficios y Caballeros, entre otros.
En el plano cultural, Aranjuez está muy ligada a la música, ya que acoge cada año el Festival de Música de Aranjuez, los Paseos Musicales por los Jardines de Aranjuez durante mayo y junio, los Conciertos de Primavera todos los sábados de junio y las Lunas de Aranjuez, todos los fines de semana del verano.
Destaca también la Fiesta del Motín de Aranjuez, que está declarada de Interés Turístico Nacional. Durante el primer fin de semana de septiembre, alrededor de 200 habitantes de la ciudad representan, vestidos de época y siguiendo un guión adaptado de los Episodios Nacionales de Galdós, los hechos que llevaron a la abdicación de Carlos IV y el nombramiento como rey de Fernando VII. El escenario es la Plaza de Parejas.
