En el siglo XVIII Pedro el Grande mandó construir San Petersburgo. Lo hizo a las orillas del mar Báltico, llenando la ciudad de canales y convirtiéndola en una especie de Venecia del Norte de Europa.
La ciudad fue capital de Rusia hasta 1918 pero, a pesar de haber perdido su estatus, en la actualidad es un bello destino turístico, ya que conserva multitud de palacios y edificios históricos, vestigio de la época de los zares.
Los lugares más interesantes son:
- La Fortaleza de San Pedro y San Pablo: Lugar donde se fundó la ciudad. Dentro de ella está la Catedral que lleva el mismo nombre y que es la más antigua de las que hay en San Petersburgo.
Allí se encuentran enterrados los restos de conocidos zares, como el mismo Pedro el Grande o parte de la familia Romanov.
Hoy en día es un museo.
- Museo Hermitage: Uno de los más famosos museos del mundo. Se encuentra en el interior del Palacio de Invierno, antigua residencia de los zares.
- Catedral de San Isaac: Impresionante templo situado entre los mayores de Europa. En la actualidad es un museo y tan solo se dedica al culto una capilla.
- Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada: Se construyó sobre el lugar donde asesinaron al zar Alejandro II. Su fachada, multicolor, es una mezcla de ladrillo, cerámicas, mármol y granito. Además hay un total de 7000 metros cuadrados de bellos mosaicos.
- Museo ruso en el Palacio Mijailovsky: En él se exhibe la mayor colección de arte ruso.
- Palacio Yusupov: Perteneciente a una familia de nobles. En él fue asesinado Rasputin.
- Palacio y Parque de Peterhof: Conocido como el Versalles ruso.
El Gran Palacio, el Parque y otros palacios menores forman un bonito conjunto propio de los jardines franceses. Cuenta con 150 fuentes y 3 cascadas.
- La Catedral de Nuestra Señora de Kazán: El templo, en la avenida Nevsky, que es la principal arteria de la ciudad, curiosamente fue, durante parte del siglo XX, Museo de la Historia de la Religión y el Ateísmo.
En la actualidad vuelve a ser propiedad de la Iglesia.
Otros lugares y monumentos para visitar son la Isla Vasilievski, la columna de Alejandro, el Teatro Mariinski o el Parque de Pavlovsk, que está considerado uno de los mejores parques de Europa.
Como curiosidad, la temporada alta en San Petersburgo se establece entre finales de mayo y principios de julio, cuando hay casi 24 horas diarias de luz, debido a la latitud en la que se encuentra la ciudad. Es la época de mayor demanda y por ello, además de haber pocas plazas libres en los hoteles, los precios se incrementan considerablemente.